viernes, 14 de agosto de 2009

A un paso de la indiferencia

A todos nos ha pasado alguna vez que vamos en el carro en medio de este agobiante tráfico, con hambre, prisa y malhumor y de repente, en tu parabrisas se trepa un jovencillo a querer limpiarte el vidrio, y tu dices: noooooooo, no traigo pesos y además solo ensucias más mi vidrio con tu detergente barato. Inmediato le hacemos la señal de noooooo, alejate de aquí.

Pues bien, nos seguimos de largo y dos segundo después olvidamos la cara del jovencillo, si es que la vimos en algún momento. Nos vamos indiferentes. No sabemos que atrás de la dureza de su cara hay historias realmente tristes y nosotros no somos capaces de voltear un minuto a pensar en ellas, nos vamos a gastar ese peso en algo más útil, según nosotros.

Eso me puse a pensar.

Con historial violento 90% de los menores delincuentes

Xalapa, Ver.- (AVC) La vida de Martín quedó marcada cuando apenas tenía siete años y recién acaba de llegar a Veracruz como migrante guatemalteco. Su madre le dijo que iba a la tienda, le pidió que la esperara en la esquina y nunca volvió.
Solo, en medio de la ciudad, sin conocer a nadie, se encontró con los niños de la calle. Ellos lo acobijaron y le enseñaron el oficio para poder comer: limpiaparabrisas.
Después conoció a unos hombres que a cambio de veinte pesos le pedían que entrara por pequeñas ventanas a robar en casas ricas, así fue como lo atrapó la policía.
Esta es una historia de las muchas similares que son el común denominador de los menores infractores, reconoció el magistrado Andrés Cruz Ibarra, titular de la Sala de Responsabilidad Juvenil del Tribunal Superior de Justicia del Estado .
Aseguró que aunque hay casos de delitos graves como homicidio y violación, también son casos cuyos historiales están repletos de violencia familiar, abandono de los padres y adicciones.
La cifra lo dice todo: el 90 por ciento de los menores infractores tienen historiales de vida familiar violenta.
En la entidad se denuncian anualmente entre 200 y 300 delitos cometidos por menores de edad entre los 14 y 18 años, la mayoría del orden patrimonial, lesiones, y solo un 10 por ciento graves como homicidio y violación.

Antes, los menores vivían un sistema judicial de horror

Con un recién estrenado sistema judicial adaptado al respeto de los derechos humanos y necesidades de los menores, ahora, comenta el magistrado, se puede hablar de un verdadero sistema de readaptación social.
Con la ley instalada también se construyó la “ciudad de los niños”, donde los menores de 14 a 18 años son llevados solo por delitos graves y ahí tienen un sistema de rehabilitación personalizado, psicólogo y son introducidos a un sistema de rehabilitación de su adicción.
Sin embargo, apenas el 25 de enero de este año, los 110 menores recluidos en la ciudad de los niños fueron trasladados al penal de Villa Aldama, la razón fue un motín provocado por las malas condiciones de vida al interior, rompieron todos los cristales y los muebles.
Se desconocen más detalles del tema, pues las autoridades de readaptación social han negado entrevistas del tema en reiteradas ocasiones.

Ley apenas hace dos años

La ley entró en vigor en julio del 2007, apenas hace dos años, antes, reconoce el magistrado, los menores hasta de 12 años vivían un sistema judicial de horror y se cometían verdaderas injusticias.
Los niños eran encerrados por robarse desde un par de zapatos, hasta comida. Hay casos -dice el magistrado- donde menores fueron a parar al Consejo Tutelar de Menores por ser pobres y por no tener para pagar una fianza. “Hay el caso de una niña que fue condenada a seis años por robarse un perico, otra por unas pinturas, una más pagó con el encierro el robarse una carretilla donde le fincaron responsabilidad por un robo de 400 mil pesos”, dijo.
Esta situación, afirmó, se ha venido combatiendo, la nueva ley ordena revisar y actualizar los expedientes de los menores y aunque algunos han sido beneficiados, hay otros que siguen en proceso, viviendo encerrados por robarse el pan para comer.
Pero la ley también ordenaba que por ningún motivo el menor podría estar encerrado más de siete años, esta ley beneficio a muchos, menores que tenían condenas de hasta 30 años por delitos graves como homicidio, secuestro y violación.

La calle un laboratorio de la delincuencia

Para el magistrado Cruz Ibarra, la calle es un laboratorio de la delincuencia, donde la disfuncionalidad de la familia, el abandono y la violencia, son factores fundamentales que permiten que los menores se conviertan en delincuentes en potencia.
“Es triste leer sus historias, son niños abandonados, maltratados, de padres adictos o encarcelados, madres prostitutas, es un problema grave, que crece cada día ante la indiferencia de la sociedad”, lamentó.
Consideró necesario la unión de la familia, y romper el círculo de la pobreza que obliga a los menores por ignorancia o por venganza, cometer ilícitos.

Cifras
Fuente: Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados:

• Menores puestos a disposición el Ministerio Público en México anualmente: 61 mil 741 menores
• Menores recluidos en Veracruz: 110
• Menores que antes de cumplir la mayoría de edad comenten su segundo delito: 30 por ciento
• Las principales infracciones por las que los menores llegan ante el Ministerio Público son:
• 38 por ciento robo y faltas administrativas
• 12 por ciento homicidios, lesiones, secuestro, violación.
• 6 por ciento delitos contra la salud

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